Ya
no se le llaman Vértices a las muchas dimensiones que completan las
existencias. Su nombre sería cambiado por los sabios de esta nueva era como
Multiverso. El Multiverso es un término utilizado para definir a todos los
universos múltiples, paralelos, quánticos, o alternativos posibles, también
conocidos como dimensiones alternas, paralelas e interpenetrantes como una sola
unidad. Comprende todo lo que existe físicamente en versiones espejo de
diferentes realidades, alteradas mínima, mediana o significativamente por una o
varias diferencias en algún suceso de su línea temporal.
Debes
saber buscador que ni siquiera el cataclismo de la reunión importara algo si un
solo fallo es ejecutado en el proceso de hallar este objeto. Yo, El Portador de los Vértices, estoy
obligado a guiarte paso a paso en conseguir el objeto. Antes que nada, déjame
contarte que hay más de una realidad, oculta arriba, detrás, debajo y al lado
de nuestro universo. En estos, muchas cosas pueden distinguir
significativamente de nuestra propia versión del mundo, pero en todas ellas hay
2538 objetos que desean ser encontrados. Aunque su forma varíe, su numeración
sea distinta o su portador tenga otro nombre, existen con un solo propósito:
volver a ser uno…., volver a ser Él.
En
cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o
manicomio al que tengas acceso. Alcanza el escritorio principal y pregunta por
mí, el paciente conocido como El
Portador de los Vértices. Si unos ojos desmesuradamente abiertos te miran
con temor, estas en el lugar indicado. La, o el recepcionista se levantara para
guiarte por un desconocido corredor donde todas las puertas en que poses la
mirada se confundirán con estar señaladas por el mismo número: “el 2537”. Solo
una saltara a la vista por su enigmática diferencia.
Tu
guía te señalara la puerta 7352, dándote una llave de enigmático aspecto y un
papel escrito con mi propio puño y letra. Debes esperar que salga de tu rango
de visión para posarte frente a la puerta y descubrir el contenido del papel.
Veras que es una lista muy bien detallada que te dará los pasos para conseguir
el objeto. Esto te parecerá sospechoso, pero no debes de dudar de mí, porque
las consecuencias de que des un paso en falso no solo acabarán con tu vida,
sino con tu existencia, la de tu mundo y la de nosotros los Portadores con
nuestros Objetos. Sé que crees que mi deber es
proteger lo que viniste a buscar, pero en realidad soy el guardián de la
vía hacia su localización.
Paso 1: Solo aquel que haya comenzado la búsqueda, es el indicado para cruzar
entre dimensiones, ya que la sola intromisión de un segundo, ya sea algún
curioso que por razones fuera de este mundo esté excepto de las restricciones
del Portador o solo una simple cucaracha que se deslice furtiva buscando
inmundicias para comer, arrancará tu cuerpo astral de las cadenas de la
realidad. Escucha con atención: otra persona, entidad o cosa que transgreda
estas fronteras, amenazará con borrarte de la existencia. La peor consecuencia
de que tu ser sea borrado, es una reacción en cadena que se creara a raíz de tu
error en todo nuestro universo.
Paso 2: No introduzcas la llave en la cerradura, hacerlo significaría un viaje
seguro al más vil de los mundos, cuya realidad torcida te haga desear haber
sido borrado de éste o cualquier plano existencial en el Paso 1. Tu súbita
intrusión en una de estas dimensiones de horror, creará un vacante en tu
universo que será llenado con alguna maligna versión tuya que sembrará la
semilla del desastre. Deberás meterte la llave en la boca y tragártela. Solo
así la manilla de la puerta estará destrabada y configurada hacía el verdadero
destino de tu viaje.
Paso 3: Que no te domine el pánico. Cuando se te desvele el interior de la
habitación, descubrirás que no había tal cosa. Un espacio oscuro e infinito se
te revelará, y justo debajo de ti, un portal rodeado por una inmensa telaraña cósmica
que une todas las realidades te dará la bienvenida. Sé preciso buscador, ya que
deberás lanzarte a su pleno centro, sin tocar ninguno de sus bordes, o como una
pieza suelta en un motor, dañarás la función de la maquinaria y el espacio
tiempo se desquebrajara para volverse a formar en un colash de cada existencia
conocida y desconocida, junto con la tuya propia. Por el bien de todos, y los
otros todos en los demás vértices, atina bien tu salto.
Bienaventurados
seamos si eres expulsado de la misma puerta, tirado en el mismo corredor donde
comenzaste. No creerás haberlo logrado, pero observa bien tú alrededor. Las
múltiples puertas tienen un número repetido y por la que entraste su inverso,
solo que ahora las que sobran son numeradas como 7352 y la única diferente
asoma como el 2537. Ahora estás detrás del espejo.
Las
instrucciones solo te guiaran hasta allí, porque lo único que peligrará a
partir de ahora será tu vida. No es personal, pero mi trabajo es proteger las
existencias, no a ti. Pero como me has caído bien, podría echarte una mano en
el resto del camino. No se sabrá con seguridad que tan cambiado sea ese mundo
en comparación del que perteneces y lo primero que te vendrá a la cabeza será
repetir el proceso desde el principio. No alcances el escritorio principal y no
preguntes por el mí. Recuerda que en cada dimensión hay otros portadores, otros
objetos, aunque cada uno tenga el mismo propósito. Siéntate en la sala de
espera, siempre pendiente de quien se acerque a preguntarle algo a la, o el
recepcionista. No esperarás mucho y te veras a ti mismo, uno de tus “yos”
interdimensionales, quien pregunta por algún portador de su propia realidad.
Quizá te congeles de miedo al verte reflejado como una criatura monstruosa o tal vez la envidia te carcoma al verte de
una forma mucho más agraciada de la que tienes ahora; también existe la
posibilidad que podrías ser de tu sexo opuesto o pertenecer a uno nuevo.
Cualquiera
que sea los acontecimientos que surjan durante el llamado, mantente al margen.
Serás el único que note las alteraciones de la realidad cuando los ojos
mundanos de la gente son cegados para no ver los caminos y rincones ocultos que
guían a cualquier Portador. Cuando tu otro “yo” parta a su prueba, síguelo con
extrema cautela. No hagas nada más. Entrará en alguna puerta, umbral o portal,
y no podrás avanzar más. Otra vez, espera. A ciencia cierta no se puede saber a
qué tipo de prueba será sometido o cuánto tiempo durará. Reza para que tenga
éxito y no perezca en el intento de ganar el objeto, o permanecerás en aquella
otra dimensión, perdido ante un mundo conocido y diferente al mismo tiempo.
Si
el destino de esta realidad te favorece, veras salir de la nada a tu otro “yo”.
Te verá y se asustará por reconocer rasgos suyos en ti. Impide a toda costa que
se vuelva loco o que huya despavorido al pensar que eres otra prueba del
portador al que acaba de visitar. Se defenderá y te atacará, buscando tu muerte
también, pero hazle entrar en razón de cualquier forma y pídele que te entregue
su objeto. No va a ser sencillo lo que le propones, ya que la obsesión de los
objetos está presente en cada realidad. Sele sincero si deseas, o miéntele si
es necesario. Si al final se niega, me temo que tendrás que tomar el objeto a
la fuerza, lo que llevará a uno de los dos a
la muerte.
Si
accede a darte su objeto, tu otro “yo” sacará un cuchillo de entre sus ropas y
levantara la mano izquierda. Notaras una herida a penas comenzando a
cicatrizar, la cual abrirá con el cuchillo. Su dolor será el tuyo también y la
carne de tu brazo derecho se abrirá en la misma forma que la de tu otro yo. El
objeto saldrá de cada grieta carnal resistiéndose como un parásito, rehusando a
abandonar a su huésped. Tendrán que
forzar su salida entre ustedes hasta que aquellas dos cosas queden tiradas en
el piso, embarradas en los charcos de su sangre gemela. Se acercarán como si
tuviesen vida propia y ambos se entrelazaran y unirán, formando un solo objeto.
Si le diste muerte a tu homónimo dimensional, tú serás el que deberás abrir su brazo y sentirás por dos
aquel mismo dolor.
Tu
otro yo se alejará inmediatamente, ya que siente el impulso de traicionarte,
arrepentido por perder su objeto; Estate atento. Cuando haya abandonado el
pasillo, coge el objeto. Enseguida, la institución mental o manicomio de ese
mundo comenzara a temblar. Toma esto como el aviso para hacer una rápida
retirada. Si se te da la oportunidad de voltear, observaras una legión de
criaturas tan desconocidas para ti como lo serian para cualquier nativo de
aquel mundo. Querrán evitar tu escape a tu propia realidad al costo que sea.
Contra todo pronóstico, aquello no será causado por los portadores. Es un
intento desesperado por el mismo objeto que llevas contigo, queriendo impedir
ser deportado a tu dimensión. Sabe que si cruza algún vértice, sus hermanos
estarán perdidos para siempre y su reunión nunca será…, por lo menos en esa
realidad. Voltea la página de instrucciones y verás un paso que no estaba allí
antes.
Paso 4: Para retornar sin tener que seguir los pasos anteriores, y suponiendo
que se ha obtenido el objeto, cruza la puerta por la que llegaste y extiéndelo
hacía la inmensidad. La ira del Objeto diezmará mientras nota una semejanza que
lo llama al otro lado del portal. Cierra los ojos y déjate llevar por la fuerza
desconocida que te elevará. Aparecerás en las afueras de la institución mental
o manicomio de tu propio universo. El objeto estará sumiso, porque siente el
llamado de otros objetos, reflejos de sus hermanos en este lado. No se sabe a
ciencia cierta que es en realidad, que habilidad tendrá o cual será su
maldición, pero ahora es tuyo.
Ten
en cuenta que la ayuda que has tenido, no la volverás a encontrar en tus
siguientes búsquedas. Ya has servido para nuestros fines llenando el vacío de
nuestra pieza faltante en este Vértice: “Muchas Gracias y que tengas un buen
día”.
Lo Desconocido era el objeto 2537,
ahora reenumerado como el 1999 de los 2000 Sellados. Contra todos sus
apocalípticos deseos, Su Elegido ha salvado una dimensión de su reunión, pero
ha condenado la nuestra para la destrucción.
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